¿Qué es lo que reunía y sostenía a una congregación de 8000 almas? ¿Propanganda? ¿ Cultos vistosos? ¿Acompañamientos musicales? ¿Consejeros organizados? No; Spurgeon no tenía ninguna de estas cosas. Ciertamente lo que él predicaba era el Evangelio, pero en la evangelización que tan profusamente se estila en la actualidad, ¿encontramos el mismo Evangelio de Spurgeon? Que el lector de estos sermones - con toda seriedad - responda por sí mismo a esta pregunta.