¿Cómo debe valorar el creyente las afirmaciones actuales acerca de los dones espirituales? En este libro Walter Chantry describe la propagación mundial del movimiento carismático, y considera su importancia. Dios sigue obrando hoy en el mundo, pero el autor no cree que los poderes milagrosos estén ya en manos de hombres y mujeres individuales.
Siguiendo el curso de los milagros en el Antiguo y Nuevo Testamento, llega a la conclusión de que su función fue principalmente la de confirmar la misión de los portavoces de Dios. Por ello, afirma, todos los casos registrados de recepción de poderes milagrosos en el Nuevo Testamento, sucedió por el ministerio de un apóstol. Walter Chantry cree que ahora que el canon de las Escrituras está completo, la prosecución de todos los dones espirituales de la edad apostólica sólo puede hacerse en base a la falta de reconcocimiento de la suficiencia y finalidad de la Biblia.
El argumento de este libro queda resaltado por la exposición bíblica. El sorprendente tratamiento de 1 Corintios 13 muestra que los dones espirituales pueden estar presentes mientras el amor está ausente, indicando con ello que su presencia nunca se consideró en la Iglesia del Nuevo Testamento como evidencia de madurez espiritual. A través de 2 Corintios 10-13, el autor demuestra que lo que Dios usa para su gloria es la debilidad humana, y no el poder consciente. Con el Salmo 85 esboza el verdadero carácter del avivamiento, y cierra el libro con referencias al Gran Avivamiento del siglo XVIII.
Este opúsculo tiene un estilo claro y vigoroso. Distingue cuidadosamente a los diferentes tipos de cristianos que se inclinan por el carismatismo. Plantea cuestiones que confrontan a todo creyente, y las respuestas de Walter Chantry concuerdan con las de los grandes dirigentes de la Iglesia a través de los siglos.