La redención obrada por Cristo no anula el Decálogo, sino que nos rescata del pecado para poder vivir para Dios en santidad de vida. En este contexto redentor, los Diez mandamientos sirven como una orientación segura de vida cristiana a la luz de la obra de Cristo y la iluminación del Espíritu. Además, los Diez Mandamientos proveen a la humanidad entera de un marco ético fundamental para una vida social armoniosa.
El autor aborda muchos problemas morales contemporáneos a la luz del marco ético del Decálogo: el abuso de los más débiles, el crimen en contra de la propiedad, el divorcio, el alcoholismo, el racismo, la pena capital, los sistemas económicos, la homosexualidad, etc. Se trata de una obra maestra que iluminará nuestra vida con la voluntad de Dios.