
El 31 de octubre de 1517, fue la fecha que eligió Lutero para hacer públicos sus pensamientos, que en definitiva, dieron comienzo a una profunda reforma teológica que llevó a la iglesia cristiana a enfocarse nuevamente en el perdón completo de pecados por la obra de Cristo.
El 25 de Junio de 1530 los luteranos leyeron y firmaron su confesión teológica en la cuidad de Augsburgo. Inmediatamente este documento se convirtió en la confesión de fe de muchas iglesias disidentes de Roma. Las congregaciones comenzaron a ser conocidas como las “iglesias de la confesión Augsburgo”. Hoy mucho siglos después, este documento es considerado la “constitución” de la iglesia Luterana, por ser Escrituras y una confesión de fe ecuménica.