
El conocimiento de Dios es indispensable para toda persona en todo lugar y en toda época. El mundo está lleno de distracciones que reclaman nuestra atención y en medio de las innumerables tentaciones para perder el tiempo en lo que poco aprovecha. Daniel Chamberlin nos ofrece un vistazo de la hermosura de Dios al trazar, de forma clara y sencilla, Sus atributos y las innegables pruebas de Su existencia. El libro se inicia con la existencia de Dios, después de trazar la definición de ateísmo y sus implicaciones, explica lo que significa que Dios sea Espíritu y lo que esto supone para la adoración. Finalmente, el autor trata los atributos de Dios: Su eternidad, inmutabilidad, omnipresencia, conocimiento, sabiduría, poder, santidad, bondad, dominio, y paciencia. Cada capítulo está compuesto tanto de enseñanza como de aplicación práctica y está estructurado de forma que será útil para el estudio personal y en grupo.
"No hay nada más fundamental para el cristianismo que la doctrina de Dios. En la Teología Sistemática, esta se denomina como teología propia. Es donde comienza toda la verdad. El conocer al Dios de la verdad le da propósito y significado a toda la vida. Es por esto que, en el cojunto de conocimiento al cual el hombre pueda aspirar, no existe nada más básico y crucial que el conocimiento de Dios. A pesar de esto, Dios no se conforma con que los hombres conozcan que Él existe; desea que lo conozcamos y confiemos en Él de forma viva y personal.
... Muy pocas personas han sondeado bien las profundidades de la obra original de Stephen Charnock sobre la cual está basado este libro. Por lo tanto, estamos en deuda con el pastor Daniel Chamberlin quien invirtió años en una lectura exhaustiva de la obra de Charnock para condensarla en un pequeño volumen cuyo valor práctico es inmenso. Es un buen regalo para el creyente que empieza la vida cristiana, pero también tiene su lugar junto al santo moribundo que medita sobre el Dios que pronto contemplará. Los ministros del evangelio lo podrán utilizar en sus meditaciones privadas, y los padres que desean enseñar a sus hijos sobre el conocimiento de Dios lo podrán emplear en la adoración familiar" Martin Hoffman, pastor de Providence Baptist Church en Lecanto, Florida