Hay vida. Verdadera vida y esperanza.
Los sueños que dan energía a nuestra vida parecen destinados a pasar rápidament: un trabajo mejor que pronto se convierte en cosa vieja, el día de la boda pasa y el romance intenso se vuelve rutina, la casa soñada se torna simplemente en otro lugar donde vivir. Cada sueño que pasa hace que aguardemos el siguiente sueño, la próxima esperanza que alegrará nuestro corazón. Sin emabrgo, hay una esperanza y una vida que nunca terminan, que nunca producen desencanto, que no tensionan nuestras emociones.
Cuando usted descubre una relación viva y diaria con Jesucristo, usted halla vida que no se desvanece; una vida que hace que cada día lo sintamos como un regalo de Dios, porque lo es. El Nuevo Testamento le muestra cómo descubrir esa relación. Léalo, explórelo, y al dar vuelta cada página, encontrará que aquí hay verdadera esperanza y verdadera vida.