Los diáconos, tal como el Nuevo Testamento lo enseña, deben estar involucrados en un ministerio compasivo, cuidando del pobre y del necesitado.
Los cristianos debemos entender la vital importancia de los diáconos, con el fin de que aquellos que en nuestras iglesias padecen necesidades o sufren, sean atendidos de una manera totalmente bíblica.
Una iglesia neotestamentaria no puede eludir su responsabilidad de reconocer a quienes han sido capacitados para cumplir con este ministerio de misericordia.