El trabajo de Hodge en 1 y 2 Corintios constituye una de las partes más significativas del plan de una serie de "comentarios populares" sobre el Nuevo Testamento que él proyectó junto con J. A. Alexander en el decenio de 1850. Cuando la prematura muerte de Alexander (1860) impidió la terminación de la serie, los volúmenes individuales fueron rápidamente valoredos por su propio mérito, y se editaron repetidas veces a ambos lados del Atlántico.
B.B. Warfield escribió sobre los comentarios de Hodge: "La percepción que el Dr. Hodge tenía del significado general de un pasaje era insuperable. Poseía todo el discernimiento de Calvino sobre la fluidez y conexión del pensamiento…Parecía como si analizara un pasaje, captara su sentido general y todas sus coordenadas teológicas, y presentara el resultado con frases dignas de un Bacon".